ASHFALL – 2019 – Lee Hae-jun y Kim Byung-seo – Corea del Sur – Acción/Catástrofes

Ashfall

Lo de que Corea del sur está occidentalizada  es tan inexacto como desfasado. Inexacto porque no depende de una localización. Australia no está en Occidente –según dónde estés, claro- y entraría en ese ‘cajón de sastre’ con el que queremos dar a entender una filosofía de vida, sistema económico, modus operandi, etc. Y desfasado porque, por mucho que nos pese, supera en mucho a algunos países de occidente. Y no quiero señalar a nadie…

Está claro que a dónde quiero llegar –estéis de acuerdo o no- es que Corea del sur está ‘americanizada’. Sobre todo su cine.

Ashfall” o “Mt. Baekdu” como originalmente se tituló es un ‘blockbuster’ palomitero en toda regla al estilo de cualquiera que podemos encontrar en EEUU y no solo por los más de 8 millones de entradas vendidas, y eso que a su taquilla le pilló de pleno la cuarentena por el Coronavirus…. Pero al grano.

Lo primero que tengo que decir es “Ashfall” no empieza de la mejor de las maneras. Como toda película de… ¿catástrofes? arranca con el típico ‘gancho’ donde todo se viene abajo y parece el fin del mundo. ¿Cuál es el problema? Pues que dejando de lado las clásicas trolas de cómo el héroe salva el tipo, que algunos efectos especiales ‘cantan’ por soleares. Los de los edificios cayendo y efectos del terremoto con polvo y demás están muy bien, pero los del Hyundai –especial atención a que se vea la marca ya que patrocina la película- son un poco… como decía, cantarines.

Y por si fuera poco el pasmo, hay algo bajo mi punto de vista peor: que el protagonista es tan peculiar que cuesta encajarlo en el papel de héroe. El que conozca a Ha Jung-Woo ya sabrá que por mucho que se le vincule a thrillers y películas de acción –el mismo se ha dirigido en el género- su vocación es la comedia. Estuvo a las órdenes de su amigo Lee Beom-Soo para pulir su vis cómica y sea como sea intenta sacarle partido. Aquí se explota esto hasta tal punto que uno realmente no sabe qué pinta en un cuerpo armado. Hasta que no se topa con una contrapartida digna como es la otra estrella del film, no encaja en el difícil puzzle que es esta película.

Porque son tantas piezas las que hay que manejar… Por ejemplo, siguiendo con los actores y lo de la credibilidad nos queda la tercera punta del triángulo que forman sus estrellas, Ma Do-Seok. Sin desmerecer su labor, me parece desaprovechado. Sí, tiene su puntito gracioso, pero ya está. ¿De verdad que lo estás reduciendo a científico torpe?

Y luego tenemos su guión. Tachar a “Ashfall”  como una película de catástrofes no es quedarse corto, es ser inexacto ya que es una película de acción. La catástrofe es la excusa para montar un film lleno de persecuciones y tiroteos; y ese es el otro problema de arranque del film: que es tan rocambolesco que a uno le da la risa floja.

Veamos un esbozo de sinopsis: un grupo de militares bobalicones tienen que rescatar a un militar de alto rango que resulta ser un superespía de una cárcel de mierda de Corea del Norte para que les diga dónde está el armamento nuclear del país que va a desmantelar EEUU para que con esa potencia se alivie la presión del magma de un volcán que amenaza con destruir la totalidad de la península coreana por medio de unas minas a los pies del volcán. 

¿Y digo yo…? ¿Para qué sirve la diplomacia? Si hay riesgo para ambas Coreas e incluso todo el continente… ¿Por qué no hablar con norcoreanos, norteamericanos y chinos que también pululan por aquí y agilizar todo? La respuesta es sencilla: porque no habría película.

A esta falta de lógica y credibilidad que aumenta con lo que decíamos párrafos arriba de los personajes, hay que unir otros factores como que el plan para acabar con la amenaza es tan imbécil que ya sabemos que alguien tiene que morir: explosionar una bomba nuclear en una mina y tener tiempo para huir es imposible. Y aquí volvemos al inicio donde decíamos lo de la ‘americanada’, sin que sea del todo despectivo.

Así con todo esto uno puede pensar que “Ashfall” es poco menos que una mierda. Pues no.

Utilizando el símil del puzzle: cuando uno despliega 2000 piezas, 3000… 5000, las que sean, te puedes venir abajo ante el arduo trabajo que tienes por delante. Aquí pasa lo mismo. Unos actores que por geniales que sean no cuajan, una historia que no hay por dónde cogerla y algunos efectos como poco, cuestionables. Pero bueno, si has comprado el puzzle para montarlo… habrá que hacerlo. Aquí puedes parar la película, claro… pero te recomiendo que no lo hagas: todo encajará.

Si decíamos que el personaje de Ha Jung-Woo encontrará sobriedad en el de Lee Byung-Hun, el cual justifica su caché de estrella internacional, el tontorrón guión hallará su equilibrio en el ritmo y la acción, aunque más que ‘equilibrio’ podríamos decir ‘solución’ ya que cual masilla plástica cubrirá fisuras y grietas gracias a no dejar un respiro al espectador descubriéndose como una aventura épica.

El humor no solo será el lubricante para que el engranaje funcione sin chirriar sino para que salgan a relucir aspectos tan importantes como el compadreo que haga florecer los sentimientos cuando las cosas vengan mal dadas.

Y aquí es donde llega la prueba de fuego del film. ¿Cuándo llega el momento de la verdad, por como decía, esperado que sea, llega a conmover? La respuesta y, como siempre en estos casos cada uno es un mundo, es un enorme .

Ahora pensar, si con tantas pegas consigue su objetivo… ¿cómo será para aquel que no sea tan crítico en un inicio con ella como un servidor?

Antes de acabar decir que los efectos especiales mejoran ostensiblemente, gracias sobre todo a la ya no utilización de vehículos y recurrir a las infografías casi exclusivamente de fondo o excusa. Creo que el problema es cuando se han de incorporar como elemento de la propia acción.

Resumiendo, “Ashfall” es un espectáculo grandioso. Puede que no tenga alma pero sí corazón. De lo mejorcito que nos va a deparar este triste 2020.

4de5

Acerca de chanpoo

Perdedor obstinado en triunfar algún día en algo. Amante de la cultura asiática, la cocina y con más rollo que la manguera de un bombero: ponme un folio delante y ya te puedes despedir de él. Ladrillo garantizado.

Publicado el 17 May, 2020 en Acción, Asiática, Catástrofes, Sin categoría y etiquetado en , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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