Archivo de la categoría: Humor
THE ODD FAMILY: ZOMBIE ON SALE -Lee Min-jae-I – Corea del Sur – 2018 – Comedia
La palabra, o (sub)género, zombie asociado a Corea del Sur es sinónimo de muertes vivientes rabiosos y… runners. Gracias a “Train to Busan” –expectantes estamos ante su próxima e inminente secuela- y las dos primeras temporadas televisivas de “Kingdom”, la pequeña península asiática se ha hecho con cierto renombre dentro de este tipo de cine de terror a medio camino ya del género de la acción.
Pues bien, ahora nos encontramos otra vez ya no tanto con zombies sino con otro producto más próximo a otro género que no es su hábitat natural como es la comedia, algo que por otro lado está siendo bastante habitual y que en el último par de años nos ha dado títulos tan magistrales como “One cut of the dead”.
Así, sin llegar a la brillantez de la japonesa, el film del debutante Lee Min-jae-I sí que nos ofrece una divertida y entretenida comedia, con la justa dosis de originalidad y frescura que nos ha estado dando esta nación en este (sub)género.
Para empezar, el film se sitúa en una de esas localidades de la “Corea profunda” que tantas y tan buenas producciones nos ha regalado, y como es habitual nos presenta a unos personajes a medio camino entre la inocencia y la pillería, algo que parece opuesto y poco creíble pero que se asume como natural ya que responde al instinto de supervivencia.
En todo caso, en una comedia y con zombies por en medio… tampoco hay que ponerse exquisitos con el grado de credibilidad. De hecho, aquí no se ponen a dar razones ni explicaciones. Ni sabemos porqué el primer zombie, el detonante de la película, es un zombie torpe, lento y sobre todo con corazón -¿el ‘paciente cero’ que tan de moda se ha puesto en los últimos tiempos?- ni porqué unos y otros quedan y no quedan afectados, así cómo funciona el proceso inverso… Vamos, lo que importa aquí son los hechos, el ‘qué’ y ‘cuándo’ no el ‘cómo’.
¿Qué te encuentras un zombie? ¿Y qué más da de dónde salga o lo que pase si sirve para llenarnos el bolsillo? Ese es el pensamiento de los personajes y el ‘leit motiv’ del film. Y con esa excusa, “The odd family: Zombie on sale” nos presenta un guión no muy exigente ya que se limita a encadenar consecuencias pero satisfactorio en cuanto a sensaciones.
Como comedia cumple con su cometido de provocar una sonrisa constante. No tendremos carcajadas pero algunas ocurrencias son graciosas; no por el contenido o ingenio sino por las reacciones y, como decía, consecuencias. Muchas de ellas son tópicas o habituales en los estereotipos de este país por lo que, como siempre, el grado de efectividad dependerá del grado de experiencia del espectador o incluso, dado el disparate generalizado, su benevolencia, pero como digo, no hay ni siquiera debate de si es divertida.
Acción, también tendremos algo pero donde bajo mi punto de vista “The odd family…” encuentra su punto fuerte o al menos atractivo es en el equilibrio. Por ejemplo, visualmente hay escenas que podríamos tachar como resultonas. Dejando de lado el bucólico entorno o la excelente fotografía hay secuencias que son realmente bonitas. El ser prudente y no destripar nada me impide contar alguna, pero tengo que dejar constancia.
Eso sí, quién espere efectos especiales y/o maquillaje espeluznante, que busque otra opción.
El reparto del film tampoco es ‘moco de pavo’ encabezado por un Jung Jae-Young, aquí casi irreconocible, envejecido y sin chispa; no obstante no justifica el fracaso del film de cara a la taquilla. Quizás, la gente estaba ya cansada de la temática…
Resumiendo, “The odd family: Zombie on sale” es una comedia fresquita y lo suficientemente bien realizada como para eludir la etiqueta de serie B de este tipo de productos.
/
POKER DE GUY RITCHIE
Tras el orgásmico pase de “The gentlman” estos días me he dedicado a revisionar las películas de ‘crimen organizado’ de Guy Ritchie, un póker de comedias imprescindibles. Por si alguien se ha olvidado de ellas o simplemente no las ha visto, aquí un buen resumen.
“LOCK & STOCK” (1998): Sigue la senda iniciada por Danny Boyle y otros cineastas/creadores donde se aprecia una Inglaterra deprimida y es el humor la válvula de escape del verdadero drama de una sociedad desilusionada. Solo hay que ver cómo se hace hincapié en la separación de clases –la palabra “pijo” se repite una y otra vez y que el sueño/objetivo de tanto los protagonistas como de los personajes que deambulaban por esta época en las salas de exhibición de la época era escapar de su realidad.
Dejando de lado esto se comienzan a ver “marcas de fábrica” de su realizador como son las voces en off, caricaturización de actores con renombre, las resoluciones sorprendente a costa de acabar con personajes principales, la aparición de muchos bandos y/o secundarios con el consecuente enredo cómico, la ambigüedad del mundo del hampa local -¡esto no es la mafia!, grita uno de los personajes de “Rocknrolla”- unido al ensalzamiento del espíritu de anti-héroe o el poco peso de la mujer.
Aún le falta la elegancia de los últimos tiempos pero se comienza a ver un atisbo de alejarse de lo sórdido de otros compañeros de profesión.
Por cierto, la película tuvo una serie de televisión. Ahí lo dejo.
“SNATCH: CERDOS Y DIAMANTES” (2000): ¿Qué queréis que os cuente de una de las más reconocidas y mejores comedias de la historia? Pues eso.
La suerte que tuvo el film y todos los amantes de tanto el género como de la propia película fue la inclusión de Brad Pitt en el reparto ya que ayudó a que llegase al gran público y mucha gente disfrutase de sus virtudes.
¿Qué cuáles son? Diversión en base a situaciones tan surrealistas como posibles. ¿O es qué es la primera vez que te ha pasado algo que al contarlo parece mentira? Ritchie continúa la senda de “Lock & Stock” añadiéndole una gotas de glamour y ampliando las perspectivas al sacar a los protagonistas de una andadura personal, es decir, aquí todo es más grande, los robos, las metas, etc.
El humor socarrón, el espíritu toon, el ritmo…”Snatch…” creó escuela y muchos de sus gags –sí, algunas situaciones podrían considerarse eso ya que parecen planificadas y puestas en escena como si de algo independiente se tratase- los hemos visto en otros tantos títulos a posteriori.
Por cierto, hablando de Pitt… ¿Cuántas veces hemos visto el meme de este enfrontándolo a Benicio del Toro? En esta película coinciden y no es un meme.
“REVOLVER” (2005): “Revolver” es, de las cuatro –cinco si contamos “The gentleman”-, la más diferente y diría personal sino estuviese involucrado Luc Besson en el proyecto. La película parece trasladarse a EEUU -en realidad está rodada en Inglaterra- y enfrontarnos al mundo de la mafia, tanto de la “tradicional” envuelva en el turbio mundo de los Casinos como con los prestamistas más clásicos y ortodoxos desde el punto de vista cinematográfico. Para sorprendernos aún más nos presentan a un Jason Statham con melena.
Sin embargo por mucho que volvamos a ver bandos enfrentados, crimen organizado, acción a bocajarro, diálogos brillantes y personajes singulares, en “Revolver” no se aprecia tanto la huella de Ritchie y quizás sí la de Besson ya que es realmente un ejercicio mental alejado de las comedias negras de su realizador, un experimento sobre el miedo, la autoestima y los fantasmas de la mente con un discurso no al alcance de todos los públicos.
La complejidad del film evidencia que nuestro protagonista se encuentra más allá de un director de las hechuras de Tarantino o Danny Boyle, con un repertorio mayor que lo que indica la etiqueta de videoclipero que se le colgó en sus inicios.
Por otro lado, posiblemente estemos frente a una de las mejores interpretaciones de Ray Liotta en su carrera.
“ROCKNROLLA” (2008): Estamos en el 2008. La burbuja de la construcción estaba a punto de reventar y las Olimpiadas de Londres del 2012 estaban convirtiendo a la ‘City’ en la Joya de la Corona, por así decirlo. Ya no había trapicheos con drogas a pequeña escala; la corrupción y el ladrillo movían millones. Así con ese entorno, oligarcas rusos y tiburones de las finanzas, Ritchie nos adecúa sus comedias barriobajeras a algo elitista y elegante.
Volvemos a encontrarnos con “objetos mágicos” –¿os acordáis de las dos escopetas de “Lock & Sctock”?, pues aquí es un cuadro de la suerte…- pero su peculiar estilo con un montaje innovador, herencia de su época de realizador de videoclips y esos diálogos con chispa e ingenioso siguen estando ahí.
En todo caso, el film bajo mi punto de vista es uno de mis favoritos, encontrándonos con escenas que ya son míticas como el baile que se marcan Butler y Newton (ya no digo el de Butler y Hardy…) o el que entrelaza la narración de Toby Kebbell al piano y el apaleamiento de su padrastro.
Personajes únicos y delirantes –la pareja de rusos- o el impresionante reparto que quizás en su momento pasó desapercibido porque estos no se encontraban en lo alto de la cresta de sus respectivas carreras, son otros detalles que completan un film completamente redondo.
EXIT – Lee Sang-geun – 2019 – Corea del sur – Acción/Comedia
“Exit” fue uno de los éxitos del año pasado en su Corea de origen, y no me extraña ya que aúna dos elementos que allí tanto venden como son las catástrofes y la familia. Pero fuera del entorno… ¿materno?, como película es un gozo para el espectador ya que posee tensión y ritmo como para tenerte atenazado al sillón las casi dos horas de su duración de tal forma que tan solo parecen cinco minutos.
La sinopsis es sencilla: un ataque terrorista propaga un gas venenoso en un barrio de Seúl. En uno de los edificios se está celebrando el aniversario de una septuagenaria y el pobre desgraciado de turno se convertirá en héroe no solo salvando a su familia sino a otras pobres víctimas de la situación.
Así “Exit” nos ofrece un cóctel de acción, humor y ternura manteniendo a raya la tragedia, solo la justa para hacer creíble lo delicada de la situación.
Y ya que hablamos de lo creíble y lo que no, de las pocas recriminaciones que se le puede hacer es que a nuestro protagonista, con cuarenta años, nos lo intenten pasar por un ni-ni o un millenium sin trabajo ni porvenir…
Pero como he dicho, poco o nada más recriminable.
La dirección de Lee Sang-geun es encomiable; a lo dicho del ritmo y la tensión a la que nos somete hay que unirle tanto un equilibrio a la hora de llegar a emocionar cuando toca –la escena de la llegada del 7º de caballería… no puedo explicar más con tal de no destripar sorpresas- como cuando debe sacar rendimiento a situaciones que podrían ser en otro caso planas, p. e. en la parte final esa carrera por los tejados del edificio y el impulso que coge el espectador para “ayudar” a los protagonistas. Me recordó, salvando las distancias, claro está, a otra carrera desde ya mítica en la historia del cine como la final de “1912”. Y sorprende más porque este es su debut en el campo de la dirección.
Por otra parte, no puedo restarle mérito al excelente trabajo de un clásico en las partituras como es Mowg que sabe simbiotizar perfectamente las imágenes y sentimientos provocados por las situaciones para sacarles el máximo partido y elevar sus consecuencias. Su querencia a la instrumentación electrónica compone temas dinámicos que nada tienen que envidiar a maestros del género como Hans Zimmer. Un trabajo muy por encima de lo esperado en un film de puro entretenimiento.
No puedo dejar pasar la labor de su protagonista y no solo porque sea uno de mis actores favoritos del país con el cual me identifico por su corta estatura dentro de la media del país… Anécdotas personales aparte, decir que Jo Jung-suk es un actor todo-terreno es ser un poco superficial ya que en menor o mayor medida, todos los intérpretes que se precien sean de donde sean resultan polivalentes. Quizás deje fuera a Denzel Washington a quién me gustaría verlo en una comedia, pero retomando el hilo, a Jung-suk ya lo hemos visto en distintos papeles. Presentarlo como un galán es exagerar un poco ya que no encaja dentro de los parámetros a los que estamos acostumbrados en estos roles en aquel país, no obstante aquí nos sorprende como héroe de acción, resultando bastante solvente en algunas escenas donde no necesita de especialista como en algunas de escalada, mostrándose en un estupendo estado de forma sin necesidad de lucir “tableta”.
Si luego juntamos la siempre eficiente fotografía coreana y esos detalles tan inherentes a la cinematografía surcoreana como encontrarnos mujeres pizpiretas y con garra –aquí diríamos ‘empoderadas’- o el siempre ejemplar espíritu de superación sin que por ello parezca un panfleto moralista y políticamente correcto, tenemos una película excelente que no tiene nada que envidiar por espectáculo a cualquier superproducción palomitera norteamericana y por contenido a todo lo que nos gusta del cine de esta nacionalidad.
Resumiendo, no porque fuese un éxito en taquilla “Exit” es una película a recomendar sino porque como he dicho en el anterior párrafo retrata al a perfección cómo confeccionar una película donde entretenimiento y sentido está equilibrado y en proporciones mucho más elevadas que en la media de producciones del género. Una comedia de acción que te ganará el corazón. De lo mejorcito que podrás ver este 2020.
/
«DRÁCULA» – Serie de TV – 2020 – GB – 3 ep. – Terror/Comedia
Voy a contracorriente. Alguno –muchos- diréis que es porque soy imbécil. A esos os diré que vuestra opinión, como al amigo Red Butler, me importa un bledo, más que nada porque no quiero nada de alguien que es poco o nada tolerante con la opinión de otra persona, y menos sobre una película o serie de TV. ¿Qué a todos os ha gustado “Joker”? Pues casaros con él. El ‘borreguismo’ no me va; el ‘mesianismo’, menos. Yo al único que sigo es a Kiriki pues es el único que demuestra que la vida le sonríe.
Mucho he leído/oído sobre este último ‘Drácula’ y no precisamente cosas buenas. Pues señores, yo lo he disfrutado y gozado. Y no, no porque sea menos fan de la obra de Stoker o del personaje en el que se basa. De hecho, seguro que me he leído alguna obra más del genial escritor que muchos de esos que os ponéis medallitas.
Quizás es porque desde el minuto uno me hice a la idea que no iba a ver una adaptación. Las referencias, son eso, referencias, guiños para jugar a las ‘Siete diferencias’. Nadie dijo que era una adaptación. No era el “Drácula” de Bram Stoker sino el “Drácula” de Steven Moffat y Mark Gatiss. No vi a nadie echarse las manos a la cabeza por su adaptación del “Sherlock”…
Y como tal, seas conocedor o no, de los antecedentes debes coger esta miniserie. Este “Drácula” destila humor, glamour y originalidad. Te puede gustar más o menos, pero no enfocar tu alegato en comparaciones con la obra/personaje original. Porque si nos ponemos así os empezaré a poner una lista de diferencias entre el “The witcher” original y el de Netflix que tanto os ha gustado y veremos quién sale perdiendo… Que aquí todos somos muy listos cuando nos conviene.
Las críticas han recaído sobre todo en el tercer capítulo. Y sí, hay fallos, no continua el espíritu de los episodios anteriores y bla, bla, bla… ¿Qué te ha aburrido? Lo entiendo y asumo. Pero a mí me ha gustado y al contrario que a ti, sí que le he visto una continuidad sobre el mensaje final, ese que a ti te ha decepcionado pero que a mí me ha encandilado. ¿Ñoño? ¿Con ese ‘peaso’ de anti-héroe? Eso le dota de más matices. No todo es blanco o negro y si tú eres un hipócrita de mierda, cuando eres el primero que según te conviene cambias de opinión y postura, permíteselo a los demás. Amén.
EKHÖ, MUNDO ESPEJO: LA SIRENA DE MANHATTAN – Christophe Arleston/ Alessandro Barbucci – 2019 – Comedia/Sci-Fi
Octavo tomo de las aventuras protagonizadas por Fourmille Gratule y Yuri Podrov, octavo ya. Y lo mejor, empezando por las conclusiones, es que a pesar del tiempo transcurrido desde que vio la luz su primer número –cinco años ya- no ha perdido frescura.
Para aquel que no conozca esta colección de álbums, les diré que cada tomo lleva a su pareja protagonista a una ciudad del mundo para descubrir al culpable de un asesinato. Sin embargo el mundo donde se mueven estos no es el conocido ya que en este entorno no existe la electricidad y está poblado además por toda una serie de animales fantásticos que beben del mundo de la mitología y la fantasía heroica, un cosmos steampunk divertido y lleno de color.
Para recrear estas ciudades tenemos a nuestra disposición el talentoso estilo de su dibujante Alessandro Barbucci, un antiguo trabajador de la factoría Disney, y esta ‘escuela’ se traslada a las páginas del álbum ofreciéndonos una de las obras mejor dibujadas que te puedes encontrar en una librería especializada.
A muchos les parecerá infantil, pero el nivel de detalle de los fondos, de los personajes y criaturas, es algo digno de ver, de disfrutar.
En todo caso, el contexto de las historias es menos infantil ya que destila un erotismo que sin ser explicito sí que apunta directamente al público masculino. Solo hay que ver las formas que lucen los personajes femeninos, voluptuosas y hasta ardientes por carácter. En cierta forma su protagonista me recuerda con nostalgia a la Lorna del gran Azpiri.
Sin olvidar, claro está, el trabajo de una colorista que sigue la onda del dibujante sabiendo transmitir esa atmósfera mezcla de fábula y aventura de Barbucci.
Dejándonos de presentaciones en esta “La sirena de Manhattan” los protagonistas regresan a Nueva York como en su primer número para ofrecernos un álbum lleno de acción que no da cabida al aburrimiento. Ya en sus primeras páginas ocurre la… ‘desgracia’ y se meten en harina para descubrir al asesino.
Pronto se verán inmersos en un trama de ‘ricos y poderosos’ con ramificaciones sorprendentes que harán más divertido el número con referencias a Lovecraft e incluso al Kaigu Eiga. De hecho, la ilustración de la batalla entre… venga, voy a decirlo para incitaros a su compra/lectura: un pulpo gigante y un cocodrilo no menos monstruoso no solo merece la impresión de un póster de 2 por 1 metro para decorar nuestras paredes sino más páginas en este tomo. No obstante creo que “La sirena de Manhattan” no se queda corta en imágenes atractivas ni interés por lo que se le perdona. Además, reconozco que me dejo llevar por mis filias…
Resumiendo, “Ekhö, mundo espejo: La sirena de Manhattan” es una de las mejores obras ilustradas que puedes encontrar fuera del mundo superheroico sin tener que renunciar a la diversión y el espectáculo. Por otro lado desmitifica eso de que el cómic europeo, dejando de lado clásicos, es para culturetas y estirados.
/
GOOD OMENS – DOUGLAS MACKINNON – 2019 – GB – Comedia/Fantasía – Serie TV
Esta era una de las series que más esperaba este 2019 y quizás, por esa expectación que nos hace crear castillos en el aire, me ha faltado o sobrado algo para no llegar a ser perfecta. Pero repito, perfecta, de ahí que mi puntuación final haya sido de 8 sobre 10.
Ponerse hablar ahora de quiénes son los responsables de la obra en la que se basa esta serie sería algo arduo y aburrido, así es que lo dejaré en una frase que con mi tono habitual de torpeza puede abarcar los conocimientos de todos: Terry Pratchett y Neil Gaiman bien podrían ser unos hermanos Grimm contemporáneos. Cada uno por separado con sus obras con sus matices y puestas al día, pero fabuladores de fantasía que alimentan nuestra imaginación.
Así en “Good omens” nos encontramos un cuento en toda regla, con brujas incluidas, pero en un entorno poco habitual como es el Apocalipsis. La selva negra y los populosos burgos germánicos han sido sustituidos por la campiña inglesa y una Londres de lo más chic, pero el espíritu casi es el mismo. Y ya no tanto por el cariz casi infantil de algunos asuntos sino por esa crudeza adoctrinadora que escondían los hermanos alemanes disfrazada de moraleja.
Pero que ese tono infantil que he dejado caer en el anterior párrafo no asuste a nadie ya que en contraposición nos encontramos con algunos temas como la aparición del sexo que equilibran la balanza haciéndolo más adulto, tan equitativo como esa lucha –colaboración al fin y al cabo- entre el bien y el mal que narra la historia.
Es cierto que en algunos asuntos se ponen un poco santurrones y esa fachada angelical de Azirafel chirría en algunos momentos, pero no llega a hacerse sangrante como hasta llegar al punto de sobrar. Lo que sí que sobra para mi gusto es toda la parte de los 4 jinetes. Está claro que si la obra original lo tenía había que incluirlo, pero aquí ralentiza toda la historia y el enfoque es tan innecesario que no me extraña que llegado al climax se lo ventilen en dos minutos provocando además que este resulte un poco… pobre.
Pero lo demás es absolutamente genial. Desde el humor, tan corrosivo por momentos que no me extraña que una agrupación cristiana pidiese la retirada de la serie, como la propia realización. Los numerosos efectos especiales son de primer orden llegando al nivel de una producción cinematográfica. Ello nos hace poner muchas esperanzas en que la próxima serie basada en “El señor de los Anillos” sea algo para recordar. ¿La fotografía? De lo mejor del año. Esa campiña inglesa con sus cottages y poblaciones con encanto, es algo que se disfruta desde el minuto uno. La dirección artística también es de órdago. Por ejemplo, el tercer capítulo con esos flashbacks temporales nos ofrece un repertorio de recreaciones históricas al alcance de muy pocas producciones.
La música merece una mención aparte ya no tanto por la docena de temas de “Queen” que acompañan a la acción sino por la Banda Sonora de David Arnold. La parte final de la serie llega a conmover realmente. Y no todo es gracias a la comunión personajes-público sino a la provocación, sí provocación, de la partitura del compositor británico sobre los espectadores. Esos violines y clavicordio que popularizó Arnold en “Sherlock” llegan a poner el vello de punta. Solo os pido que busquéis el “Crucified” para apreciar lo que es un tema simple pero evocador.
Y para acabar, cómo no, la pareja de protagonistas. Aunque haya criticado a nuestro ángel, hay que pensar que es eso, un ángel. Sin riesgo a equivocarme, podemos estar ante una de las mejores parejas de protagonistas de serie de la historia. De hecho, si por algo llega al corazoncito es por su especial relación. Tennant y Sheen parece que disfrutan interpretando a sus personajes y eso se deja notar. Los muchos secundarios y las docenas de cameos también ayudan a que el conjunto sea absolutamente mágico.
Resumiendo, estamos ante una de las mejores series de este 2019. Será difícil que veamos una continuación, pero quizás sea lo mejor, ese buen sabor de boca ya no nos lo quita nadie. “Good omens” es una serie casi ejemplar, una fábula con muchos matices pero que logra lo que muchos anhelan: que durante casi seis horas seamos felices.
LAS REGLAS DE SLAUGHTERHOUSE – Crispian Mills – 2018 – GB – Comedia-Sci/Fi
Esta es una de esas sorpresas que te encuentras de una película de la que no esperabas nada. Quizás por eso, por las expectativas cero o incluso aún peor, una mierda, ya que las premisas del film, a pesar de contar con algunos rostros conocidos, eran más que meras pretensiones de film juvenil fantástico con aspiraciones a seguir la estela de megaproducciones que adaptan populares sagas literarias.
Así, “Las reglas de Slaughterhouse” nos sitúa en una de esas academias/internados británicos de rancio abolengo donde se juntan una serie de mensajes adoctrinadores para dar como resultado una comedia fantástica muy al estilo de los 80. Y que se me entienda, a mí utilizar el término ‘ochentero’ me produce urticaria ya que viví de pleno aquella época y no es tan maravillosa como nos la intentan vender ahora, pero aquí tengo que recurrir a ese referencia ya que esa unión de humor, bichos, sangre y hasta fachada gamberra, resume una forma de hacer cine que solo se hacía en los ochenta.
Muchos confunden el espíritu ochentero con recreaciones de la época, pero el homenaje o encaramarse a forma de hacer cine, por así decirlo, depende de muchas más cosas.
En todo caso, “Las reglas de Slaughterhouse” tiene bastantes más cosas de las ya mencionadas; por ejemplo, hemos dicho que en apariencia es un films para adolescentes. Es cierto, los protagonistas son jóvenes pero no creo que el film cierre la puerta a otro tipo de público más adulto ya que al tener al dúo Simon Pegg/Nick Frost como importantes secundarios no solo lo hacen receptivo de ese otro tipo de público sino que el humor y la mala leche contiene un grado de… ¿madurez? que lo aleja del espectador más inocente. Hay mucho diálogo que juega con el contenido sexual y algunas situaciones son propias del trabajo en común con Edgar Wright y su consabida ‘trilogía del Cornetto’ de la que esta podría formar parte sin problemas.
A esto hay que sumar que sus protagonistas, a pesar de su edad, no producen esa típica repulsión inherente a su condición ya que se hacen de querer, un punto importante a tener en cuenta.
Otro sería algo de lo que he dejado caer ya: las formas de la película son actuales, empezando por una fotografía magnífica que explota tanto los escenarios naturales de lagos, bosques y verdes prados de la campiña inglesa como esa vetusta institución que acoge a los personajes.
Los efectos especiales son ‘artesanos’ más de maquillaje y monstruos de latex ahondando en eso del sabor ochentero, pero no resultan bisoños o cutres.
Es cierto, por último, que los mensajes ecológicos y políticamente correctos no solo están un poco forzados sino que son previsibles, pero no afean el conjunto, lo hace más rico elevando la trascendencia de la producción.
Resumiendo; “Las reglas de Slaughterhouse” es un film con la única intención de divertir. Y lo consigue sobradamente. Si uno se lo toma como eso, como un divertimento, se lo puede pasar bomba. Si espera una superproducción, efectos, acción y una dimensión a la altura de otros productos de populares sagas juveniles, saldrá decepcionado.
LO QUE HACEMOS EN LAS SOMBRAS – 1ª Temp. – 2019 – EEUU – Comedia/Terror
Cuando se anunció el proyecto de llevar a la pequeña pantalla el film “Lo que hacemos en las sombras”, la verdad es que no me hizo mucha ilusión. Conocedor del formato, creí que la serie no sería otra cosa que una concatenación de sketchs sin imaginación, repitiendo clichés y sin gracia alguna dado el estiramiento al que se sometería para encajarlo en la televisión.
Sin embargo como otras tantas veces estaba equivocado.
“Lo que hacemos en las sombras” para la pequeña pantalla había sido concebida conociendo sus limitaciones así es que sus responsables en lugar de adaptarse a las dificultades escogieron un camino más difícil todavía aunque buscando la misma meta. ¿La solución? Empezar de cero con personajes e historias diferentes.
Así en estos diez capítulos vamos a conocer a cuatro nuevos vampiros, reproduciendo la misma fórmula, eso sí, de estar siendo seguidos por un equipo de TV, pero tanto los mismos tienen orígenes diferentes como hasta su propia naturaleza.
Así, además de los vampiros góticos, románticos y bárbaros vamos a tener vampiros síquicos con los que abrir el abanico de situaciones permitiendo la posibilidad de que al situarlos en un entorno cotidiano provoquen encuentros más chocantes y divertidos.
Pero lo cosa no queda ahí ya que no solo se amplían los personajes nuevos sino que hasta parte de la mitológica del terror formará parte de esta temporada conociendo sin ir más lejos a Hombres Lobos.
Toda esta mezcla dará lugar a una serie donde el humor y el surrealismo van cogidos de la mano para provocar un sinfín de carcajadas convirtiéndose en uno de los productos más frescos, a pesar de su ya conocido origen, que puedes encontrar en este 2019.
Auténticas genialidades como ese Conde Rápcula o la aparición de los protagonistas de la película u otros cameos como el del mismísimo Blade interpretado por Wesley Snipes provoca que se sitúe el listón muy alto para su segunda temporada ya anunciada. Esperemos que vuelvan a coger aire, continúen haciendo algo original y no muestren síntomas de cansancio como en los dos últimos episodios.
Para acabar, incluso los FX tienen su puntito de gracia y calidad. No hay muchos pero están a tono con la espontaneidad de la temporada.
Recapitulando; en esta ocasión es fácil resumir todo lo dicho en una frase: si te quieres reír, no hay muchas opciones mejor que esta.
MIRACLE WORKERS – 2019 – EEUU – Serie TV – Comedia/Sci-Fi – 7 ep.
Todos hemos respondido alguna vez a esa clásica pregunta de “¿Cuál es tu película favorita?”. Los más soñadores hemos fantaseado con la de “¿De qué película te gustaría ser protagonista?” e incluso más ambiciosa y romántica “¿Qué película te gustaría que fuese tu vida?”.
Ahora bien, como he dicho, todo son fantasías y anhelos. Voy hacer otra pregunta mucho más certera aunque si cabe más interesante:
¿QUÉ PELICULA SE AJUSTA A TU PERSONALIDAD?
Si tengo claro que “El amor no es nada del otro mundo” es el libro que me representa, si bien “Miracle workers” no es una película, sí que se ajusta a mi persona, a mi carácter, a mi alma. ¿Quieres conocerme? Pues toma, mírate esta serie. Además, no será una película, pero por su formato de siete capítulos y veinte minutos cada uno de ellos, si quitamos los títulos de crédito iniciales, se resume en una película.
¿Qué nos vamos a encontrar en “Miracle workers”? Humor, humor y más humor. El ratio número de gags por minuto es de los más elevados que he visto en una serie de TV. Eso sí, no es el humor toon, ni el típico de las sitcoms. Aquí dado su concepto de encontrarnos con unos “ángeles” al servicio de Dios, el humor es más trabajado y surrealista. Ingenioso.
Pero si esto no fuese por sí mismo excepcional, tenemos un mensaje que se desborda en los capítulos finales: humanidad. Ese sentimiento que te reconcilia con el ser humano. Es imposible que no se te haga un nudo en la garganta o simplemente dejes escapar una lagrimillas de emoción. Tranquilos, no hay drama, es felicidad. Son tantos conceptos que confluyen… Amistad, romance, superación… y todos tan “míos”. Ainch…
Al frente del reparto nos encontramos a Daniel Radcliffe y a Steve Buscemi. El primero, hace años que se desvinculó de su imagen de Harry Potter sabiendo abrirse camino sin necesidad de la nostalgia. Es de esos pocos actores que creo que cae bien a todo el mundo, al estilo de Keanu Reeves, y aquí acoge otro papel de esos que se hace acreedor del cariño del respetable al condensar el reflejo de muchos de nosotros.
Buscemi es más todoterreno, más de carácter, pero aquí vuelve hacer uno de esos papeles que borda, un personaje tan paranoico como entrañable. Su personificación de Dios es uno de los más imprevisibles que te puedes encontrar. Los más radicales no estarán de acuerdo con esa visión ridícula de un Dios terrenal pero en la parte final surge un sentimiento con el que, aunque suene presuntuoso, creo que hasta el propio Creador comulgaría ya que confluyen muchas verdades y sentimientos, un mensaje con más alma que presuntos panfletos adoctrinadores.
Resumiendo, “Miracle workers” no solo va a ser la serie del 2019; va a ser la SERIE a secas. Tanto si estás de bajón para subirte el ánimo como si estás aburrido y buscas algo divertido e inteligente, no hay mejor consejo. Alimento para el alma, refresco para la mente, combustible para el corazón.
P.D.: Solo le falta un poco de… “picante” para que fuese un calco de mi persona.
«LA CASA DEL RELOJ EN LA PARED» – Eli Roth – 2018 – EEUU – Fantasía/Comedia/Terror
Lo primero que diré es que esta “La casa del reloj en la pared” me ha parecido toda una sorpresa, tanto que no me extrañaría que al final del 2019 me la encontrase entre las 10 producciones que me han gustado del año.
Divertida y siniestra, la producción de la ‘Amblin’ -ya sabemos, con Spielberg y compañía en las sombras- se presenta como la adaptación de la novela homónima de John Bellairs, historia que ya vio una anterior adaptación para la pequeña pantalla con nada más y nada menos que Vicent Price dando la cara.
Pues bien, con esta premisa el film se dirige a un público infantil con un protagonista de corta edad y un Jack Black especialista en este tipo de producciones fantásticas para los pequeños de la casa, y este es el primer error de tanto sus productores como de mí mismo: dar las cosas por sentadas.
Para empezar, el film tiene una impronta infantil, no lo podemos negar, pero conviene recordar que la novela no iba dirigido a un espectro de público tan… corto de edad ya que era algo más para adolescentes, menos inocente del que nos venden aquí y como tal, ese adaptación con Price al frente, esa sí más adulta.
Pues bien, ese espíritu sí que afortunadamente ha sabido captarlo su director, Eli Roth, no en vano para aquel que no lo sepa es un versado realizador en films de culto que creció a la sombra de su amigo Quentin Tarantino.
Particularmente, en sus inicios nunca me gustó –ni siquiera ‘influenciado’ por sus glamurosos efluvios cuando lo tuve sentado en la butaca de delante en Sitges junto al propio Tarantino en la presentación de “Hostel”…- y ha sido cuando se ha salido del género cuando he terminado de simpatizar con su trabajo. “Death wish” me pareció brillante por mucho que los nostálgicos la pusieran a caer de un burro –ya sabemos que los mitómanos no son objetivos- y está… Pues eso.
Lo más brillante del film, por encima de los efectos especiales, es una dirección artística soberbia. Ya no es esa mansión gótica que ya quisiera para sí el maestro de esta ambientación como es Guillermo del Toro, son muchos elementos que hay en ella como por ejemplo esos maniquíes/autómatas que aportan una apariencia mucho más exquisita que colocar elementos al tuntún delante de la cámara. Buen gusto y amor por lo gótico, siniestro y lo sobrenatural. Sin olvidar esa fascinación que produce todo lo ambientado en los años cincuenta.
En todo esto se denota mucho la experiencia de Roth en el género ya que algunas sensaciones y presentaciones pertenecen claramente del género del terror e incluso pueden llegar a asustar a los benjamines de la casa desnudo de todo ese carácter cómico o amable que caracterizan a estas producciones. Está claro que los niños de ahora ya no son tan inocentes y que se decantan por el terror cada más a una tierna edad –mi hija de 10 años ya me pide ir a ver “Cementerio de animales”…- y eso es lo que ofrece Roth, sustos, tensión y buen hacer.
Pero más allá de la imaginería e impresiones, “La casa del reloj en la pared” tiene elementos menos superficiales. Todos sabemos cómo maduró la saga “Harry Potter”, volviéndose más oscura, más adulta siendo directos. Aquí también hay otros elementos que van más dirigidos a otro público que al presuntamente infantil. El trasfondo de las vidas de sus dos protagonistas adultos podría pasar desapercibido a los pequeños de la casa, pero puede llegar a cuajar en nosotros a pesar de que sea un recurso un tanto fácil.
La presencia de Kyle MacLachlan o más allá, rescatar a Colleen Camp responde más que a una decisión casual del director de reparto a ese misticismo, esta vez sí mitómano, al que acuden Roth y su círculo de amistades habitualmente.
Para acabar, no puedo dejar de aplaudir a Blanchett. Dejando de lado que esté preciosa, hay que ver cómo encaja en cualquier proyecto haciéndolo suyo. Poco a poco se está convirtiendo en mi actriz favorita.
Resumiendo, “La casa del reloj en la pared” es una película nunca mejor dicho para todos los públicos. Dejaros de prejuicios y disfrutarla ya que es un perfecto ejercicio que mezcla diversión y amor por la fantasía y el terror gótico. Os estoy avisando.