POKER DE GUY RITCHIE
Tras el orgásmico pase de “The gentlman” estos días me he dedicado a revisionar las películas de ‘crimen organizado’ de Guy Ritchie, un póker de comedias imprescindibles. Por si alguien se ha olvidado de ellas o simplemente no las ha visto, aquí un buen resumen.
“LOCK & STOCK” (1998): Sigue la senda iniciada por Danny Boyle y otros cineastas/creadores donde se aprecia una Inglaterra deprimida y es el humor la válvula de escape del verdadero drama de una sociedad desilusionada. Solo hay que ver cómo se hace hincapié en la separación de clases –la palabra “pijo” se repite una y otra vez y que el sueño/objetivo de tanto los protagonistas como de los personajes que deambulaban por esta época en las salas de exhibición de la época era escapar de su realidad.
Dejando de lado esto se comienzan a ver “marcas de fábrica” de su realizador como son las voces en off, caricaturización de actores con renombre, las resoluciones sorprendente a costa de acabar con personajes principales, la aparición de muchos bandos y/o secundarios con el consecuente enredo cómico, la ambigüedad del mundo del hampa local -¡esto no es la mafia!, grita uno de los personajes de “Rocknrolla”- unido al ensalzamiento del espíritu de anti-héroe o el poco peso de la mujer.
Aún le falta la elegancia de los últimos tiempos pero se comienza a ver un atisbo de alejarse de lo sórdido de otros compañeros de profesión.
Por cierto, la película tuvo una serie de televisión. Ahí lo dejo.
“SNATCH: CERDOS Y DIAMANTES” (2000): ¿Qué queréis que os cuente de una de las más reconocidas y mejores comedias de la historia? Pues eso.
La suerte que tuvo el film y todos los amantes de tanto el género como de la propia película fue la inclusión de Brad Pitt en el reparto ya que ayudó a que llegase al gran público y mucha gente disfrutase de sus virtudes.
¿Qué cuáles son? Diversión en base a situaciones tan surrealistas como posibles. ¿O es qué es la primera vez que te ha pasado algo que al contarlo parece mentira? Ritchie continúa la senda de “Lock & Stock” añadiéndole una gotas de glamour y ampliando las perspectivas al sacar a los protagonistas de una andadura personal, es decir, aquí todo es más grande, los robos, las metas, etc.
El humor socarrón, el espíritu toon, el ritmo…”Snatch…” creó escuela y muchos de sus gags –sí, algunas situaciones podrían considerarse eso ya que parecen planificadas y puestas en escena como si de algo independiente se tratase- los hemos visto en otros tantos títulos a posteriori.
Por cierto, hablando de Pitt… ¿Cuántas veces hemos visto el meme de este enfrontándolo a Benicio del Toro? En esta película coinciden y no es un meme.
“REVOLVER” (2005): “Revolver” es, de las cuatro –cinco si contamos “The gentleman”-, la más diferente y diría personal sino estuviese involucrado Luc Besson en el proyecto. La película parece trasladarse a EEUU -en realidad está rodada en Inglaterra- y enfrontarnos al mundo de la mafia, tanto de la “tradicional” envuelva en el turbio mundo de los Casinos como con los prestamistas más clásicos y ortodoxos desde el punto de vista cinematográfico. Para sorprendernos aún más nos presentan a un Jason Statham con melena.
Sin embargo por mucho que volvamos a ver bandos enfrentados, crimen organizado, acción a bocajarro, diálogos brillantes y personajes singulares, en “Revolver” no se aprecia tanto la huella de Ritchie y quizás sí la de Besson ya que es realmente un ejercicio mental alejado de las comedias negras de su realizador, un experimento sobre el miedo, la autoestima y los fantasmas de la mente con un discurso no al alcance de todos los públicos.
La complejidad del film evidencia que nuestro protagonista se encuentra más allá de un director de las hechuras de Tarantino o Danny Boyle, con un repertorio mayor que lo que indica la etiqueta de videoclipero que se le colgó en sus inicios.
Por otro lado, posiblemente estemos frente a una de las mejores interpretaciones de Ray Liotta en su carrera.
“ROCKNROLLA” (2008): Estamos en el 2008. La burbuja de la construcción estaba a punto de reventar y las Olimpiadas de Londres del 2012 estaban convirtiendo a la ‘City’ en la Joya de la Corona, por así decirlo. Ya no había trapicheos con drogas a pequeña escala; la corrupción y el ladrillo movían millones. Así con ese entorno, oligarcas rusos y tiburones de las finanzas, Ritchie nos adecúa sus comedias barriobajeras a algo elitista y elegante.
Volvemos a encontrarnos con “objetos mágicos” –¿os acordáis de las dos escopetas de “Lock & Sctock”?, pues aquí es un cuadro de la suerte…- pero su peculiar estilo con un montaje innovador, herencia de su época de realizador de videoclips y esos diálogos con chispa e ingenioso siguen estando ahí.
En todo caso, el film bajo mi punto de vista es uno de mis favoritos, encontrándonos con escenas que ya son míticas como el baile que se marcan Butler y Newton (ya no digo el de Butler y Hardy…) o el que entrelaza la narración de Toby Kebbell al piano y el apaleamiento de su padrastro.
Personajes únicos y delirantes –la pareja de rusos- o el impresionante reparto que quizás en su momento pasó desapercibido porque estos no se encontraban en lo alto de la cresta de sus respectivas carreras, son otros detalles que completan un film completamente redondo.
Publicado el 16 abril, 2020 en Acción, Comedia negra, Humor, Humor negro, Psicokiller, Sin categoría y etiquetado en Brad Pitt, Gerald Butler, Guy Ritchie, Jason Statham, Luc Besson. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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