Archivo de la categoría: Humor

Tráiler sub en español para la tercera temporada de «Stranger Things».

Tras casi dos años después del estreno de la fuese la segunda temporada de la serie revelación de la plataforma  online  de Netflix, el estreno fue en octubre del 2017, «Stranger Things», por fin ya tiene fecha de estreno para la que será la tercera temporada, de la cual ya ha salido un primer tráiler.

Por fin el esperado primer tráiler oficial de la 3 temporada sin duda la serie más exitosas de Netflix, hablamos claramente de esa serie de misterio, ciencia ficción, horror y de todo lo bueno que tenia la década de los años 80 dentro del género del horror y la ciencia ficción. Esta tercera temporada llegará el próximo 4 de julio.

David Harbour (El nuevo «Hellboy»)Winona Ryder («Bitelchus»), y el grupo de jóvenes encabezados por Finn Wolfhard,  Millie Bobby Brown, Gaten Matarazzo, Caleb McLaughlin, Natalia Dyer, y Charlie Heaton en esta ocasión iniciaran una nueva y misteriosa aventura que se ubicara en el verano de 1985 en Hawkins.

JIMMY’S BASTARDS – Garth Ennis/Russ Braun – Tomo 1 – Planeta Comic

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Sin ser un fan ‘namber güan’ de la criatura nacida de la mano de Ian Fleming, sí que me encantan las aventuras del agente ficticio más popular del MI6. Eso sí, pocos me superan en cuanto a fan de ese genial ‘explotation’ que fue “Kingsman”, jajajajajaj…

Ahora nos llega a las librerías especializadas de la mano de “Planeta Cómic” y la nueva línea editorial que recoge algunos títulos de “Aftershock”, nueva editorial americana que aspira a convertirse en la tercera en discordia en pugna con “Dark Horse”, “Image” y “Valiant”, esta “JIMMY’S BASTARDS” donde nos encontramos un clon de James Bond con algunas particularidades que paradójicamente lo alejan de su origen.

Para empezar, por muchos guiños que haya este no es un agente al estilo 007 auténtico. Ni viajes por el mundo ni objetivo claro ni ná de ná. De hecho, le acompaña otra agente y eso… Es un poco de andar por casa.

Más en su contra: la amenaza a la que se enfrenta no adquiere una dimensión alarmante hasta el cuarto número y si bien es verdad que en este tomo se incluyen los cinco primeros, cuesta un poco –bastante- arrancar. Por otro lado, los enemigos son una mezcla de estrambóticos patanes y sectas pocos creíbles. Un orangután con cerebro de humano medio cyborg y un clon de Enigma que suelta improperios más parecen personajes de los “Looney toons” que de algo adulto.

Porque sí, porque Garth Ennis, prestigioso guionista donde los haya al mando, le da un tono adulto al cómic con situaciones que se alejan de esa apariencia infantil llegando al punto de resultar escabroso o hasta de mal gusto, pero lo peor no es la alarmante falta de sintonía entre guión y presentación sino un dibujo que me cuesta a día de hoy digerir. Opinión personal, claro.

En una época donde hay artistas detallistas, super expresivos y espectaculares, el dibujo de Russ Braun me recuerda a aquel Steve Dillon que coincidió con Ennis en “The Punisher” y “Preacher” y eso, queridos KirkDouglasmaniacos, es retroceder 20 años. ¿Apelar a la nostalgia y más con ese personaje de referencia? Bueno, si has querido ser transgresor con la historia, no me vengas con excusas. Hemos visto como “Image” dejaba de lado a Millar y las siguientes entregas de “Kingsman” arriesgaba con un dibujo más moderno.

Lo de “Jimmy’s Bastards”, bajo mi punto de vista, no es de recibo y más cuando intentas vender un producto capaz de rivalizar con otras compañías. Que además no lo puedas ojear gracias al ‘casual’ plastificado me pone un poco nervioso pensando que quizás la editorial no esté muy segura de su producto…

Resumiendo, para muy pero muy fans de 007. El resto, huir.

2de5

ONE CUT OF THE DEAD – Shinichiro Ueda – JP – 2018 – Comedia

one cut of the dead

Me estoy haciendo viejo. Y claro, detrás de esta obviedad/tontería hay una postura creo muy común al resto de los mortales, acentuada cuando uno es friki. ¿Pero quién no es friki? No hace falta gustarte el cine de género, los cómics o el anime. A lo mejor eres friki del punto de cruz, de las tele-novelas o del rock más duro. En fin. A lo que iba…

Por ejemplo, a estas alturas de la vida, creo que a casi todos nos da lo mismo la opinión de conocidillos, ya no digo de gente que ni has visto nunca, por eso muchas veces soltamos nuestras verdades sin calcular las consecuencias. Y aproximándonos ya a esta reseña, a estas alturas de la vida intento ver las películas lo más ‘limpio’ posible; un tráiler como mucho y ya está.

Esto puede parecer incongruente con alguien que lleva más de 20 años escribiendo reseñas de películas pero tengo que recordar que cuando comencé en ‘esto’ mi intención era dar a conocer la cinematografía asiática, algo que por aquel entonces no era tan de ‘dominio público’ como ahora. Las cosas cambian y tú no eras el mismo que hace veinte años, ¿verdad?

La cuestión es que creo que por primera vez voy a decir esto alto y claro: más que nunca es necesario poner en sobre aviso sobre una película para poder ser disfrutada al máximo, y es que esta… NO ES UNA PELÍCULA DE ZOMBIES.

Y ya no solo es que no es una película de zombies sino que… NADA ES LO QUE PARECE.

Esto viene a cuento porque tras su pase por la edición del Festival de Sitges del 2018, el film de Shinichiro Ueda se convirtió en la comidilla de todos los aficionados. A decir verdad, los que nos movemos por el fandom asiático ya habíamos oído hablar de ella por su sorprendente éxito de taquilla, pero no fue tras su presentación en el certamen catalán cuando se fue consciente de su repercusión. Ya no solo fue la positiva, entusiasta recepción sino incluso las noticias que hablaban de su pronta comercialización en nuestro país.

Dicho esto, rápidamente nos llegó por los habituales medios… ¿alegales? y claro, las expectativas eran tan altas que pronto me dispuse a verla, como decía, lo más limpio posible. En este caso ni había visto el tráiler, solo lo dicho: comentarios entusiastas y alguna imagen.

Hete ahí que cuando empecé a visionar la película, mi sorpresa fue proporcionalmente inversa a la de los miles de aficionados que la habían visto. ¿De verdad que ‘hesto’ –hago hincapié en lo de la ‘h’- era lo que muchos habían tachado como el ‘film del año?, me pregunté. Vale que el film era modesto pero no tenía gracia para encajarlo como comedia y hasta se notaban las carencias por muy humilde que fuese… Ná de ná.

En mi irreductible idiosincrasia estúpida pensé en pararla –otro de esos efectos secundarios de ese <<A estas alturas…>>  con el que comenzaba la reseña- pero menos mal que, como digo, soy imbécil y aguanté porque de otra manera me hubiese perdido realmente lo que todo el mundo decía, una de las mejores películas del año.

A ver… Sin destripar nada, que una cosa es que diga que haya que poner en sobre aviso y otra que la reviente: “One cut of the dead” no es una película de zombies, sino una película de CÓMO se hace una película –o al menos, cortometraje y ‘foundfootage’ para más señas- de zombies, que es distinto.

El propio cortometraje lo veremos en esos primeros diez minutos y tras eso veremos el proceso de su realización y el porqué de todos esos… defectos que al fin y a la postre no lo son tanto.

Y la magia de la película es que lo que parecía una, siendo francos, mierda de película, se convierte en algo único, un producto ejemplar de ensalzamiento de la amistad, la familia y la superación personal. En serio. Creerme. Un producto de zombies elevado a una oda a la unidad, algo tierno y hasta familiar.

De hecho, la vi con mis hijos y terminamos todos como en los animes con los ojos redonditos y brillantes al borde del llanto, con ganas de levantarnos del sofá, aplaudir y vitorear a la película.

Desde siempre los japoneses han sabido hacer películas vitalistas y optimistas. Los surcoreanos le van a la zaga pero a diferencia que sus vecinos, otrora invasores, se les ve el plumero pecando a veces de melodramáticos o peor, lacrimógenos.

“One cut of the dead”, además por su carácter independiente, casi amateur, trasmite una desbordante ilusión, frescura, que casi se puede palpar, esa pasión que solo los que creen en su producto pueden lograr. Solo recordar que muchos de los integrantes del equipo se pagaron de su bolsillo el viaje hasta España para presentar el film en Sitges.

Resumiendo, poco puedo añadir más: FELICIDAD absoluta. Si estás de bajón, te harás un favor a ti y a mí por verte con una sonrisa de nuevo, escogiéndola. Repito: NO ES UNA PELÍCULA DE ZOMBIES, es CÓMO se hace una película de ZOMBIES y aunque parezca mentira, esto puede incluso a provocar que veas la vida de otra manera.

5de5

«The Onania Club», la nueva locura demencial del director Tom Six. Tráiler.

The Onania Club es el nuevo filme del realizador Tom Six quien es más conocido por ser el autor de la polémica trilogía El Ciempiés Humano. Trilogía que ya es todo un clásico del cine más grotesco e inhumano que se puede echar uno a la cara en los últimos años, pese a que la última entrega ya no me convenció del todo.

La película que aun no tiene distribución está interpretada en sus papeles principales por Jessica Morris, Darcy DeMoss, Deborah Twiss, Karen Strassman, y Flo Lawrence. The Onania Club promete ser otra obra de Six que desatara polémica allí donde llegue si al final el director logra que alguna distribuidora se arriesgue con su nuevo trabajo.

De la historia que cuenta la pelicula se sabe muy poco, solamente que se centrará en un grupo de mujeres blancas de mucho dinero y las cuales se lo pasan muy bien con el sufrimiento de los demás mortales.

 

Bruce Campbell se despide oficialmente de Ash Williams. Ya no volverá a la saga de «Evil Dead».

Tras la triste noticia de hace unos días de que la cadena de televisión Starz cancelaba la serie de Ash Vs Evil Dead con lo que no habría cuarta temporada tras la finalización de la actual tercera temporada hubo un halo de esperanza cuando los fans de la versión catódica de la obra de culto de Sam Raimi pedían que la serie siguiera en Netflix, pero la cosa ha dado un giro poco esperado.

Parece que todo es en vano en lo referente a la plataforma online pero hace unas horas a través de su cuenta oficial de Twitter Bruce Campbell ha dado el golpe de gracia comentado oficialmente que ya no volverá a ser Ash Williams, aun comprándola Netflix. El actor ha dicho que está en un momento de su carrera en la que este personaje ya ha dado todo de sí por su parte.

Eso sí, la franquicia Evil Dead ciertamente podría volver en forma diferente, quizás con un remake de la película original de Raimi o en otro medio, incluso nuevamente en la televisión, pero seamos sinceros esto no sería lo mismo sin la personalidad de Bruce Campbell y ese sentido del humor tan especial que el solo ha sabido darle al personaje de Ash Williams.

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Netflix lanza el último tráiler para la segunda temporada de «Stranger Things».

Si, ayer vimos el ultimo teaser tráiler hoy viernes desde la plataforma online de Netflix acaban de lanzar el último tráiler de la que será la segunda temporada de la serie revelación Stranger Things, segunda temporada que podremos ver desde el próximo día 27 de octubre.

En este esperado regreso nos encontraremos con el mismo reparto de la primera temporada pero contando en este con la presencia de gente nueva como Sean Astin o Paul Reiser. Stranger Things 2 será aun mas todo un homenaje a la generación de los años 80.

Los hechos continúan tras lo sucedido en la anterior temporada. Estamos en el año 1984, los ciudadanos de Hawkins, todavía están superando lo sucedido en su ciudad y los horrores cometidos por los laboratorios Hawkins Lab. Un ente más siniestro y peligroso volverá a amenazar la vida de los protagonistas.

PREACHER – 1ª Temporada – 2016 – EEUU – Comedia fantástica de acción

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La verdad es que la primera mitad del 2016 me llevó a pensar que estábamos antes la inminente eclosión de la ‘burbuja’ televisiva. Sin embargo con la entrada en el país de la HBO nos han llegado series de gran calidad que, sumadas a las que ya existían o a las que se han puestos las pilas, la verdad me obligan a reconocer que no solo estaba equivocado sino que además tengo que afirmar que este año ha tenido una de las mejores añadas posibles.

Y una de las culpables de este cambio casi radical la tiene esta “Preacher”, una serie original, divertida y de calidad que me ha sorprendido a pesar de conocer la reputación de la obra en la que está basada, un comic o novelas gráficas de Garth Ennis y Steve Dillon.

Dicho esto, lo primero que tengo que decir –o segundo tras ya dejar caer algunos calificativos…- es que a pesar de ser un… ¿decente? conocedor del ‘noveno arte’, no he tenido la oportunidad de leer la obra original de Ennis y Dillon por lo que si esperáis comparaciones, lo siento mucho pero esta no es vuestra mini-reseña.

Por medio de diez episodios –la segunda temporada ya renovada tendrá 13- vamos a ver pasar… atención… ángeles, demonios, vampiros, asesinos a sueldo, psicóticos y toda una fauna de ‘pueblerinos’ peculiares que ríete tú de cualquier serie de humor. Claro está, “Preacher” es una comedia pero yo no la circunscribía en este género ya que lo haría más en el fantástico o incluso el de la acción. En todo caso cabe recordar que el mismísimo Seth Rogen (“Kung Fu Panda”, “Malditos vecinos”, “The interview”, etc.) está al cargo de la producción y de incluso de la dirección en tres capítulos.

Sin dejar el humor, lo que destacaría de la serie más que su capacidad para hacernos reír, es la de sorprendernos situándose al nivel de otra de las sorpresas –nunca mejor dicho- de la temporada como ha sido “Dirk Gently, Agencia de Investigaciones Holísticas”. No hay episodio donde no nos asalte un par (o más) de WTF!

Vale, como decía, el que se haya leído la obra original no estará tan sorprendido, pero el espectador medio que solo busca entretenimiento, tiene asegurada la originalidad.

Pero más allá de la diversión, “Preacher”, como corresponde a un producto de la AMC, también garantiza calidad. Los efectos especiales son destacables y el apartado técnico/artístico se sitúa al lado de producciones con más nombre. Y ya que hablamos de nombres, no podemos dejar de mencionar a sus protagonistas, todas caras conocidas de la pequeña y gran pantalla, muchos de ellos habituales de productos frikis con los que alimentar ese espíritu fan que merece un producto de estas características.

En especial destacar a su protagonista Dominic Cooper que consigue quitarnos ese mal gusto dejado por “World of Warcraft” metiéndose en la piel de este predicador tan variopinto, tan particular como las sensaciones que provoca. No llega al nivel de genialidad de “El doble del diablo/The devil’s double”, pero no decepcionará.

Resumiendo; sin lugar a dudas una de las mejores series nuevas del 2016. Incluso diría entre el Top 3. Diversión, originalidad, calidad e imprevisibilidad. Eso sí, de género.

OH MY GHOSTESS (I) – Korea del sur – 2015 – Kdrama – (Ep. 1 al 5) de 16.

ohmyghostess01Tras dos decepciones absolutas –para mí, recalco- como fueron “You’re all surrounded” y “Mr. Baek” -una por desaprovechar uno de los mejores repartos y otra por… desaprovecharlo simplemente casi todo-, me tuve que encomendar a esa máxima de “A la tercera va la vencida” antes de abandonar la producción televisiva surkoreana que tan buenos ratos me había hecho pasar antaño y aceptar alguna oferta de sus países vecinos a los que abandoné por seguir a esta. Tan solo esperaba que, contrariamente a esa esperanza tras la que me parapetaba, no terminase cayendo víctima de ese otro tópico que decía “No hay dos sin tres”.

Empeñado y resistiéndome a creer que los K-Dramas habían terminado en convertirse en un producto insulso, poco espontáneo y atrapado por tópicos y clichés, tenía por delante una misión difícil ya que para esta “Ultima oportunidad” –al menos de momento…- la elección tenía que ser certera.

Los repartos “estrellas” habían dejado de funcionar así es que mi respuesta fue radical: importaría más el planteamiento que los reclamos. Y así, ante la gran oferta existente, me decidí por esta “Oh my ghostess” que si bien partía de una idea que recordaba en cierta forma al ya clásico romántico moderno “Ghost”, esperaba que la especial idiosincrasia surkoreana –esa misma que por otro lado hace fracasar últimamente sus propuestas- produjese el cada vez más difícil milagro de devolverme la fe en los seriales de esta procedencia.

¿Acerté? Veámoslo.

CAPÍTULO 1º: Personajes por doquier.

Na Bong-Sun es una joven ayudante de cocina en un próspero y moderno restaurante regentado por el aparentemente engreído y popular chef televisivo Kang Sun-Wu. De carácter tímido y personalidad sumisa, termina siempre metida en problemas. Shin Sun-Ae, por su lado, es una joven fantasma que se aburre debido a su triste condición, así no duda en poseer a otras mujeres para pasárselo bien con hombres. De tal guisa se ha ganado una mala fama entre sus compañeros fantasmas siendo encima perseguida por una chamán que intenta enseñarle buenos modales. Tras atraparla, logrará escapar yendo a parar en su huída con Bong-Sun, metiéndose en su cuerpo.

Pues no está mal para empezar. Quizás se nos presentan demasiados personajes de golpe, pero al menos, al contrario de las series que mencionaba al principio, aquí se va a dar importancia a los personajes secundarios, una de las claves que hicieron despegar a la producción de este origen. Por ejemplo, que cada uno de los cocineros esté bien definidos ya es un buen comienzo, a pesar de que nos recuerde a otras series en el pasado con ese escaparate de “flower boys” al frente, sin ir más lejos “The 1st shop coffee prince”.

Y ya que estamos con los cocineros… Es cierto que vivimos una época donde gracias a, entre otros, los “Talent Cooking Shows”, el mundo gastronómico está en plena efervescencia abarcando diferentes ámbitos de nuestra sociedad, y no solo de cara a la televisión, situación que hasta se encarga de señalar la propia serie en uno de sus diálogos; sin embargo, no es menos cierto que el país nos está dando cada año algún buen título sobre el tema como pudo ser “Pasta”, “Gourmet”, “Let’s eat”, etc. Esperemos que esta “Oh my ghostess” siga la tradición aunque de momento no se dé mucha importancia a los platos/recetas.

En cuanto a los “parecidos razonables” con “Ghost”, de momento, nada de nada. Aquí prima el humor frente al romanticismo, algo de lo que me congratulo. Al respecto de esto, grande Kim Seul-Gie representando a la típica jovencita pizpireta del país, algo que puede parecer fácil pero que contrariamente no lo es tanto, solo hay que ver a su compañera Park Bo-Yeong en un más aburrido papel de chica retraída. Esperemos que esta se anime y nos topemos con una pareja femenina antológica. Por otro lado no me gusta que cuando posea a alguien, se le borre la memoria. Suponiendo que esto pudiese pasar realmente, el supuesto fantasma disimularía, pero aquí para provocar las situaciones, optan por dejarse llevar.

Y para acabar, los detalles. El apartado musical todavía no ha hecho acto de aparición, pero sí el publicitario como podemos ver con la promoción de ese terminal telefónico de la compañía LG, el flamante G4. Y es que es curioso: cuando se quiere promocionar una cosa no importa ni la credibilidad: todo el reparto lleva un G4. Ni que los regalasen en la vida real… La prota no puede pagarse una habitación con ventanas, pero lleva un G4, sí señor.

CAPÍTULO 2º: Directo al blanco.

Shin Sun-Ae, dentro de Bong-Sun, decidirá seguir la corriente a sus compañeros provocando no pocos malentendidos. Por suerte, esto creen que la joven ha sufrido un golpe por lo que, aunque extrañados, continuarán sus vidas como si nada hubiese ocurrido. En el restaurante las cosas no irán muy boyantes ya que el altercado que tuvo Sun-Wu con la bloguera le ha reportado malas críticas apartando clientes a su establecimiento. Para remediarlo aceptará la oferta de su amiga, la productora televisiva Lee So-Hyung, para participar en un concurso televisivo. Todo irá viento en popa hasta que el ‘Sous chef’ Min-Su tenga un problema y no pueda auxiliar a Sun-Wu en el programa. Para subsanar el entuerto, Bong-Su deberá ocupar su lugar, resultando clave para la resolución del mismo.

Genial; firmaría para que todos los episodios fuesen tan redondos como este, aunque claro, ya sabemos que luego, según se vayan desarrollando los acontecimientos, las sensaciones van reduciéndose y enfriándose. Pero como esto todavía está por venir… ¡vivamos el momento!

Para empezar, el humor. Las situaciones son tópicas e incluso previsibles, pero oye, este es el tipo de comedia que no solo ha dado fama al país sino con el que un servidor se siente feliz. Como ya esperábamos Park Bo-Yeong se ha puesto al mismo nivel que su compañera de reparto y ya tenemos a dos de esas jovencitas que tanto nos pirran: encantadoras, con carácter y, claro está, guapísimas.

Pero no todos son risas; la parte final se introduce en los terrenos sentimentales, uniendo a los personajes con su pasado, y aunque las situaciones sean un tanto forzadas -¡qué casualidad que con 14 millones de habitantes que tiene Seúl siempre hayan coincidencias sorprendentes!- no dejan de ser conmovedoras.

Por último, destacar que aunque no en grandes dosis, el contenido gastronómico ha aumentado su peso específico. Ese arroz quemado con abadejo ha despertado mi interés, otro plato que puede resultar una buena opción para los amantes de la cocina de este país. ¡Qué siga la fiesta!

CAPÍTULO 3º: Cambio de registro.

Bong-Sun, tras recordar su pasado, intentará echar una mano a su padre con el restaurante. Su devoción será tal que cogerá del trabajo las sobras sin permiso para ayudar a su familia. El problema surgirá cuando sus compañeros se den cuenta de que en los últimos días han estado desapareciendo cosas. Cuando Sun-Wu los reúna para averiguar quién es el responsable de los pequeños hurtos, saltará la sorpresa ya que Min-Su se confesará culpable de parte de las desapariciones. Pronto el sous-chef y su jefe se enzarzarán en una amarga discusión que acabará con el primero despedido. Acobardada y sin saber qué decir, Bong-Sun saldrá en defensa de su compañero, pero al no confesar su culpabilidad, nada se podrá hacer. Sin embargo, su hermano, herido en su orgullo al creer que la joven está haciendo una obra de caridad, devolverá lo robado dándose cuenta Sun-Wu de quién era la responsable de todo. Por suerte, el entuerto se arreglará y Min-Su regresará a su puesto. Lo que no tendrá tan fácil solución será encontrar sitio para dormir cuando el casero de Bong-Sun la ponga de patitas en la calle…

Repito lo que dije al principio del análisis del capítulo anterior: genial; luego la serie se volverá –ojalá que no- una mierda, pero de momento va para serie antológica. Y que diga esto, cuando además el grueso del capítulo de hoy se centra en el melodrama… muy bueno tiene que ser encima cuando un servidor no es muy amigo de este (sub)género.

Para empezar, esos recuerdos y vinculación de Bong-Sun con su “padre” que son simplemente mágicos. No es original, pero la ternura y ‘entrañabilidad’ que atesora sirve para ablandar el corazón del más rudo. Incluso Kim Seul-Gi-I se descubre como una cantante bastante competente en esa interpretación musical algo gratuita, pero que gracias a sus habilidades queda más como un momento encantador que como un pegote.

Por el contrario, el embrollo con la mercancía “desviada” se resuelve de una manera en la que no se busca hacer sangre, y eso es de agradecer cuando el trasfondo no venía de ser cómico precisamente. ¿Qué no es realista? Pues vete a ver una película de Lars von Trier…

Y poco más. Sé que es no es mucho, pero lo breve si es bueno, dos veces bueno.

CAPÍTULO 4º: Tira y afloja.

La productora Lee llamará a Sun-Wu para perfilar los detalles del  programa de televisión, invitando a Bong-Sun de paso. Aunque al chef no le hace gracia la idea, no tendrá otro remedio. Una vez juntos, la jovencita descubrirá que su jefe siente algo por su amiga, y lo chantajeará para conseguir alojamiento en el mismo restaurante hasta que encuentre una casa nueva. Así, la relación entre ambos irá estrechándose. Una noche, tras coger una gripe Sun-Wu, Bong-Sun acudirá a su habitación para cuidarlo. El cocinero, alucinando a causa de la fiebre, la tomará por la productora Lee y le dará un beso. Ello provocará que el joven se cure y que Bong-Sun se entere de que su maldición ha terminado. Pero ahí no acabará la cosa ya que al descubrir que el joven es compatible con ella, si consigue que la desvirgue podrá por fin dejar de ser una fantasma. Lo malo del asunto no es tanto la negativa de Sun-Wu de acostarse con ella como la gripe que ahora ha cogido…

Otro episodio simpatiquísimo aunque la densidad argumental del mismo no sea muy destacable, es decir, pasar cosas, pasan pocas, pero bueno… mientras entretenga…

La verdad es que esta serie está haciéndose acreedora de las mejores sensaciones de aquellas comedias norteamericanas que se agruparon bajo el sello de “High Comedy”. Los protagonistas no son Katharine Hepburn ni Cary Grant, pero aguantan el tipo. Por ejemplo, Jo Jeong-Seok/Sun-Wu ejerce de clásico tipo serio resistente a los encantos de la protagonista, pero tiene la capacidad de sonreír, y eso es de agradecer ya que no es el típico “cara de palo” al que se corre el riesgo de interpretar que hemos visto ya tantas veces en este tipo de producciones y origen. De Park Bo-Yeong/Bong-Sun ya ni hablo porque como ya he dicho en otras ocasiones encarna a la perfección al estereotipo de chica pizpireta surkoreana.

Que no hayan personajes negativos también ayuda a crear un ambiente distendido y encantador, amén de un humor que por tópico siempre surte efecto. El intento de violación por parte de Bong-Sun a Sun-Wu cabía dentro de lo previsible, pero no por ello resulta menos gracioso.

Para acabar, espero que el desenlace no nos lleve por el camino del melodrama ya que se le haría un flaco favor a la serie. Miedo me da.

CAPÍTULO 5º: Adiós humor, hola melodrama.

Liberada de Sun-Ae, tras dos semanas ausente, Bong-Sun casi entrará en shock al recobrar la conciencia. Sun-Wu y sus compañeros del restaurante creerán que, a pesar de que les gustara más la otra versión de la jovencita, ha vuelto a la normalidad, y achacarán el cambio a un trastorno mental transitorio. Sin embargo su jefe irá más allá cuando incluso se preocupe por ella llevándola a un médico especialista. Este le diagnosticará un trastorno bipolar. Sun-Wu, responsabilizándose y con cierto temor de que vaya a peor, incluso le cederá el almacén del ático para que pueda acomodarse allí. Mientras, Sun-Ae descubre que ya no puede poseer a más gente, algo que le provocará un quebradero de cabeza cuando tenga que auxiliar a su padre accidentado. Su única salida, volver a poseer a Bong-Sun.

Tal y como barrunté en el anterior capítulo, con el fin de la “posesión” ha llegado el melodrama, aunque tampoco había que ser muy listo, claro. La cuestión es que a pesar del cambio de registro, “Oh my ghostess” sigue rozando el sobresaliente. ¡La cantidad de oportunidades que hay hoy para llegar al corazón!

Lo del accidente del padre de Sun-Ae podrá parecerle al más exigente un truco barato encima ya visto, pero los sentimientos de este cuando extraña a su hija ante la invitación de boda de una amiga o las dudas de Sun-Wu son tan creíbles como efectivas.

Y ya no es tanto su capacidad para conmover como para enganchar. Hoy incluso nos abren la puerta al misterio con esa nueva postura del agente Seong-Jae. Se nos había dejado caer que ocultaba algo, pero parecía increíble dada la bondad y carisma que mostraba hasta el momento. Hoy la cosa ha cambiado. Veremos si resulta creíble lo que nos cuentan, pero de momento ya tienen algo ganado: la interpretación de este Im Ju-Hwan ha demostrado que es capaz de ofrecernos dos caras. Excelente.

Y para acabar, el episodio es tan bueno que hay hasta sitio para devolver algo de protagonismo a la cocina. No mucho, pero lo suficiente para mostrarnos más detalles de su rica gastronomía y seguir incitando nuestra curiosidad.

5de5

THE VIRGIN PSYCHICS – Sion Sono – 2015 – Japón – Comedia fantástica

thevirginpsychicsReseña escrita por esta casa para el blog hermano «Nido de Cuervos»

http://elcuervoenteradillo.blogspot.com.es/2016/10/critica-virgin-psychics.html

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WHAT WE DO IN THE SHADOWS – Jemaine Clement y Taika Waititi – Nueva Zelanda – 2014 – Terror/Comedia

Featured imageHace mucho, pero mucho tiempo, en una galaxia tan cercana como que es en la que estamos viviendo, en los albores de internet, cuando los módems todavía cimbreaban una molesta y reconocible musiquilla para conectarse, existía una cosa que se llamaba “los canales IRC” donde la gente chateaba ante pantallas negras y letras de color verde fluorescente. Luego llegaría el html, y los foros se expandirían como setas. Allí nos reuníamos los fanáticos del cine asiático y de otros géneros, comenzando una relación que para muchos aún continúa.

Allí hablábamos de pelis, y los que más y los que menos, las comprábamos, según la recomendación de fulanito o futanito, a los visionarios que montaban las primeras, creerlo o no, tiendas on-line.

Luego llegarían los p2p, el emule, el torrent y finalmente las descargas directas. Todo lo anterior puede parecer antediluviano, pero eran épocas donde ante la falta de información -información que ahora tenemos a mares en la red mediante webs, blogs, etc..- teníamos que fiarnos de las opiniones de nuestras amistades. Y aquí es donde quería llegar: gracias a las redes sociales actualmente estamos viviendo paradójicamente una época tan cercana como aquella donde el criterio de la gente de la que de verdad nos fiamos, tiene más valor que el crítico mejor pagado del medio de comunicación más popular. Y así es cómo conocí esta “What we do in the shadows”, de la “mano” de un amigo que me aseguraba que era la mejor película de género que había visto en este 2014.

Pasaron las semanas –él la vio en la “Semana de cine de terror de Donostia” donde por cierto se llevó el Premio del Público- hasta que por fin estuvo a mi alcance.

Lo primero que tengo que decir es que, a pesar de la recomendación, nunca me he dejado llevar por las opiniones de terceros por mucho que los aprecie. Muchos amigos sabrán que no me caso con nadie –excepto cuando lo hice con mi mujer, jejejeje-, por lo que espero que nadie piense que me he dejado influenciar.

Lo segundo, adelantando conclusiones, es que sí, que puede que no sea la mejor película de terror del 2014 –más que nada porque terror, terror…- pero sí que la más divertida, “curiosamente” junto a otra de la misma nacionalidad como “Housebound”. Pero al grano.

“What we do in the shadows” se acoge a la corriente reinante en el género como es el “found footage” en su variante “Mockumentary”, es decir, falso documental. Así un grupo de cuatro vampiros accede a que un equipo los entreviste y ruede su día a día, eso sí, dejando muy clarito –y con ello las intenciones de la película- que van provistos de crucifijos, por si las moscas.

El grupo de vampiros no está compuesto por una unidad homogénea sino que cada uno representa a un tipo de vampiro que la tradición popular se ha encargado de traernos. De tal guisa tendremos al vampiro romántico, al brutal tipo Drácula rumano, el Nosferatu y otro inclasificable. Y claro está, con todas esas particularidades el hogar de estos no es el remanso de paz que esperamos surgiendo discusiones verdaderamente surrealistas con las que arrancarnos no pocas carcajadas.

Y esa es la clave de la película: el humor. “What we do in the shadows” no tiene un argumento definido; es una sucesión de gags con un hilo conductor tan tenue que es difícil de encontrar. He leído auténticos psicoanálisis de la película, pero yo creo que sus responsables lo único que intentaban era sacar punta al asunto, hacer algo gamberro pero a la vez elegante.

Así, sus responsables se encargan de sacar a la palestra todo lo que sabemos sobre los vampiros para colocarlos en situaciones cotidianas para que resulte chocante y divertido. Por ejemplo y para no destripar demasiado, los problemas de estos para entrar en los pubs a no ser que sean invitados, o los que se relacionan con sus siervos humanos. Un humor inteligente sin perder la perspectiva del más toon, apoyado muchas veces en una puesta en escena brillante con efectos especiales exagerados y no del todo desdeñables.

Referencias a otras películas, apariciones de otros monstruos característicos de la fauna del terror –genial ese “West Side Story” con… mejor me callo- y una Banda Sonora digna de Emir Kusturica son otros factores para no dejar de reír.

Para acabar, es cierto que su media hora final rebaja un tanto el número de carcajadas, pero tras la avalancha de su primera hora, cualquier cosa parece poco. Lo mismo en una ya buena comedia no se notaría tanto.

Resumiendo, “What we do in the shadows” es quizás la película más divertida del 2014 y de seguro que la mejor comedia de terror del año. Salvaje pero brillante, gamberra pero con clase. Inteligencia al servicio del surrealismo.

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